martes, 9 de octubre de 2012

¿Con qué elegancia...

¿Con qué elegancia busco tus besos después de tanta lluvia? La compostura no se condice con tu piel mate, con tu perfume a mañanas soleadas después de una tempestad, con el trigo enmarañado de tu pelo. No me pidas que sea indulgente si me hacés la vida imposible con tu sonrisa luminosa de salar, con tus labios llenos de flamencos rosados y con tu cuello nevado. Haceme el puto favor de guardarme entre tus piernas antes de que me pierda en los oscuros pasillos de tu indiferencia.

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