viernes, 14 de diciembre de 2012

De madrugada

El tachero me dijo: Hoy se hartan de robar, decí que no están los militares sino no queda ni uno.
Tuve una arcada y fumé el pucho más agrio de todos.
Damián Córdoba y Ronie Vargas (o como se escriba) dibujaban mi amanecer.
Llegué a mi cueva, prendí otro pucho y el Winamp. Hay horas en que la felicidad se escribe con triple w.
Youtube, tus besos, tu piel y mis puchos hacen de la mañana una hora mág

ica. Cuando todos ustedes se levantan, yo me acuesto. Vivo al revés. No me odien, cuando ustedes salen de joda, yo laburo.
El rock, la amistad y las ganas de ponerla viven abajo de cada baldosa. Mientras haya una viola para tocar, una birra verde o negra y labios carnosos para morder (los tuyos, por ejemplo), siempre habrá vasos para romper.
El amor es un olor.
La vida es una sucesión de asados

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