La noche de este martes prematuro es una frazada de plomo. La llovizna me incita a buscar los pasos que perdí en calles que ya no recuerdo. Tachos de basura, taxis, bodegones y papeles arrastrados. Las veredas están muertas. Voy en busca de mis pasos y de algo que me ayude a aplacar el frío de la noche, de este otoño que promete grises y ocres. Un blues me acompaña. La ciudad es una botella rota, un atado de puchos vacío.
Los personajes de estas historias son ustedes con sus nombres y sus calles. Respirarán el olor de la noche, alientos viciados y cigarrillos pisoteados. Estas historias hablan de una ciudad destrozada y de amores que no nos pertenecen. Acá hay rock y ausencia de dios. Los límites entre la realidad y el delirio se viven con sudor. Estas historias son fruto del derrape, de la soledad, del insomnio.
lunes, 2 de julio de 2012
Noche prematura
La noche de este martes prematuro es una frazada de plomo. La llovizna me incita a buscar los pasos que perdí en calles que ya no recuerdo. Tachos de basura, taxis, bodegones y papeles arrastrados. Las veredas están muertas. Voy en busca de mis pasos y de algo que me ayude a aplacar el frío de la noche, de este otoño que promete grises y ocres. Un blues me acompaña. La ciudad es una botella rota, un atado de puchos vacío.
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