Sister morphine, ayudame a dormir, a sacarme las agujas de mi espalda, todas esas agujas infectadas que me impiden acostarme. Vení, hermanita mía, metete suave y profundamente en mis venas, por esas autopistas que hay en mis brazos, y corré, corré rápido para llegar a mi corazón y a mi cabeza perturbada por axones maltrechos y chispazos de dolor que enceguecen y hacen cortocircuitos en los interst
icios de mis pensamientos, de mis sentimientos abandonados a la pared blanca de la nada. Sister morphine, alquimia, dulce gota de opio, ayudame a hacer noni, cantame cancioncitas de cuna en esta noche clara tras las cortinas azules de la nostalgia y la melancolía; traeme esa botella de whisky, de caña Legui, de café al cognac, de ginebra Llave y ponemela acá en la mesita de luz así mientras yo tomo de a sorbitos vos me ayudás a sacarme una por una las agujitas de mi espalda, las brasas de los pies, la gilette de los labios, la basurita de los ojos, la mosca en el oído y la espina en la garganta. La espina, esa espina que tiene forma de mujer de pelo negro. No puedo pesatañar porque su figura me hace doler, me lastima el iris y la retina con el brillo de sus dientes de perlas de ultramar. Y mis labios sangran sin parar el sabor de unos besos de un poco de piel que lastimalastimalastimalasti macomolareputísimamadreque loremilparióylaconchadesum adre, es que, hermanita, sister morphine, no me hacés efecto. Sweet soul sister, dale, vení, metete por la profunda autopista de mis venas y ayudame a dormir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario