Hay que tener huevos para declarar amor. El amor ya casi no se siente. No veo gente chapando en las calles ni cogiendo en los baños de los bares. Amemos públicamente. Un beso puede más que todo el arte del mundo.
Los personajes de estas historias son ustedes con sus nombres y sus calles. Respirarán el olor de la noche, alientos viciados y cigarrillos pisoteados. Estas historias hablan de una ciudad destrozada y de amores que no nos pertenecen. Acá hay rock y ausencia de dios. Los límites entre la realidad y el delirio se viven con sudor. Estas historias son fruto del derrape, de la soledad, del insomnio.
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