Muchacha ojos de LCD, ¿a dónde vas? Quédate hasta el alba. No te esfumes entre mis discos, entre mis libros. El mate se filtra por mi lengua al igual que el caramelo líquido de tus besos. Y me escurro por todos los recovecos en los que puedo llegar a encontrarte. Mujer de caderas anchas, tus pechos como dos merengues, como dos islas flotantes. Tu sexo como una fruta madura, besos de chocolate fundido. Tus ojos son como un río de noche.
Por más que no estés, te sigo, te busco y te encuentro en todo lo que compartimos. El arte, las pieles, las lluvias, las tardes y las noches. Y en paisajes de ciudades no pisadas.
La noche se viste de pasajes oscuros, de afiches callejeros mal pegados y ladrillos vistos. La sensualidad se mezcla con lo berreta. En busca del amor perfecto caemos en las aguas sucias del charco equivocado. Muchas veces quisiera encontrar una mina que sea hermosa como Tristane Banon , dueña de una belleza natural y sencilla como la de Natalie Portman. Una compañera incondicional con sed de mares y hambre de mundos. Que cada poro suyo sea un zahir de misticismo. Una mina con pasos y pensamientos bohemios, con sueños de revoluciones y con la ternura de una madre. Una vida llena de arte y sensibilidad. Tengo ganas de sentirme como Dalí al lado de Gala, como Sartre y Simone de Beauvoir, como Cortázar y Aurora Bernárdez. Enlazarme en su cintura para no perderme nunca. Vivir éxtasis y locuras. El amor como religión y cuerpo de la mujer amada como único templo. "Yo soy la vida que ya tengo, tú eres la vida que me falta" . Y que la entrega se haga carne. Pero otras veces quisiera ser el ermitaño de Cuesta Blanca y estar solo con el río.
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